A pesar de su herencia mercantil medieval, Wrexham quizá no tenga la fama de Swansea o Cardiff, pero supone la oportunidad ideal de sumergirte en el ambiente auténtico de una ciudad galesa. Acogedora y tranquila durante el día, contiene la mezcla perfecta entre lo antiguo y lo moderno. Está repleta de diversión, cultura y actividades al aire libre en igual proporción.

Piérdete dando una caminata o yendo en bicicleta por las sendas y parajes de Coed Llandegla Forest, a unos 13 kilómetros de la ciudad. Encuentra desde tranquilos caminos por el valle hasta descensos ultra técnicos por la montaña.

Si prefieres ir de compras, pasea por sus tres mercados cubiertos (Butter, Butchers y Peoples) o da una vuelta por el mercadillo al aire libre más grande de North Wales, donde podrás encontrar comida, flores e incontables baratijas y artesanías. Las históricas calles de Temple Road y Bank Street poseen tiendas independientes y artesanías, así como curiosas boutiques.

Tus papilas gustativas siempre estarán deseosas de alguna tradición galesa de EmzCakes Creative Cafe, donde se sirve el mejor 'afternoon tea' y pasteles caseros. Si prefieres algo más pesado, opta por los filetes y asados de The Nags Head. Debido a lo generoso de sus raciones te costará volver caminando a casa.

Por la noche, Wrexham está llena de vida y cuenta con multitud de opciones para divertirte. Queda con tus amigos en Centenary Bar, prueba los mejores cócteles de la ciudad en Voodoo Moon o acude a Central Station para ver un concierto. Si te apetece ir a una discoteca galesa, acude a la gigantesca Liquid, famosa por su iluminación vanguardista. Es, sin duda, un lugar lugar que no te puedes perder.